lunes, 15 de febrero de 2010

Los Doce Pasos y la Recuperación del Codependiente

Psic. Violeta P. Ramírez Sotelo

Hablar de los Doce Pasos y de la recuperación conduce a revisar la vida espiritual de la persona en rehabilitación. En verdad, a muchos el aceptar asistir a un grupo de autoayuda les es una decisión difícil. Se tienen que romper una serie de barreras para dar ese primer paso. Estas barreras son las creencias arraigadas transmitidas de boca en boca, las expectativas o las fantasías de qué pueda suceder en un grupo de autoayuda, sea éste Alcohólicos Anónimos, Al-Anon o Hijos Adultos de Alcohólicos. En el caso de las esposas o coadictos, pensar en esta posibilidad es asociarla a pensamientos como: “En este grupo me van a enseñar cómo tratar a mi enfermo” o “En este grupo me van a ayudar a controlar el problema, etc. Les es más fácil buscar ayuda profesional de un psiquiatra o de una psicoterapia. Cuando se recomienda la asistencia a juntas de Al-Anon expresan frustración, tal vez, coraje, ya que piensan: “Además de soportar lo que he soportado tengo que ir?, no tengo tiempo”. Son innumerables los pretextos para no asistir y tal vez, cuando lo hagan, vayan una o dos veces para cubrir el expediente. En el caso de los que se quedan existe la limitante de que la junta sea una o dos veces por semana, y que al principio no sea suficiente intensidad para el recién llegado. Es notorio el avance que se reporta en los familiares cuando están asistiendo a Al-Anon y leyendo la literatura del programa. Cuando se habla de los Doce Pasos se habla también de un crecimiento espiritual, y de un cambio interno. Vivir a través de los principios de los Doce Pasos implica una experiencia para toda la vida. Dorothy A. Fluynn, en su artículo “Indicaciones para un programa que funciona”,1 menciona que cada paso involucra ciertas conductas, emociones y actitudes que son comunes a las personas que están practicando un paso en particular. El indicador más claro de que todos los pasos de Alcohólicos Anónimos están funcionando es cuando el individuo ha cesado en su conducta autoderrotista y presenta un grado razonable de felicidad, y desde luego, que no exista el uso de alcohol y sustancias. Se habla de que los pasos caen en dos categorías básicamente: la primera de asesoría y la segunda de cambios de conducta y de acciones. Algunos son una combinación de ambos. Paso de asesoría El primer paso: “Somos impotentes ante el alcohol y nuestra vida se ha vuelto ingobernable”, es de diagnóstico, en la primera parte se concentra en el conocimiento de la enfermedad y la progresividad, esto es, a lo largo de los años de vivir con un adicto, qué transformaciones se han ido manifestando, cuál ha sido el deterioro social, el aislamiento emocional, la culpa, el coraje por controlar la conducta de otros. Esta primera parte permitirá conocer la enfermedad y aceptar la impotencia. En esta etapa, es importante la descripción de los síntomas físicos, psicológicos y espirituales que implican la codependencia; ejemplos escritos ayudarán a enfrentar esta realidad, entre más específicos sean los ejemplos más fácil será para el paciente la aceptación. La segunda parte de este primer paso trabaja con la vida ingobernable. Esto crea conciencia de la conducta pasada, sentimientos y actitudes dentro de la familia, educación, trabajo, espiritualidad, relaciones interpersonales. Melody Beattie2 habla de la importancia de tener un grupo y recomienda a los familiares lo siguiente:

1) Asistencia regular aunque al principio exista confusión y temor de hablar

2) Escuchar las experiencias de otros

3) No sentirse presionado o forzado a hablar al principio

4) Buscar el grupo conveniente para cada persona, que sienta cómoda, cada grupo tiene una personalidad

5) Hablar con alguien del grupo con quien se sienta identificado

Conclusión La experiencia de un grupo de los Doce Pasos es muy personal, la vivencia espiritual y la manifestación de un poder superiores descrita por cada persona en forma diferente pero el resultado es similar: aprendizaje de una forma de vida con más calidad. El lema “suelta las riendas” es una buena idea para llegar a una primera junta, con mente abierta y en actitud receptiva; el grupo hará el resto.

NOTAS 1 Dorothy A. Flynn, The Steps of aa. Indications of a Working Program. {Para más datos consúltese la bibliografía} 2 Véase su libro Codependents Guide to the Twelve Steps. BIBLIOGRAFIA BEATTIE, Melody, Codependents Guide to the Twelve Steps. Prentice Hall/Parkside Recovery Book, 1990 FLYNN, Dorothy A., The Steps of aa. Indications of a working program. Hazelden Foundation, Minnesota, 1985 Publicado en www.revistaadicciones.com.mx

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