martes, 23 de junio de 2009

VALOR PARA CAMBIAR: 14 de febrero

La confusión puede ser un regalo de Dios. Al recordar ciertas situaciones en que tenía una necesidad desesperada de soluciones inmediatas, me doy cuenta de que a menudo no estaba listo para actuar. Cuando estuve totalmente listo, la información que necesitaba estaba a mi alcance para que yo la tomara.
Cuando sé demasiado acerca de las opciones que tengo antes de que sea el momento oportuno para ejercerlas, tiendo a usar esa información sólo para volverme loco. Es por ello que hoy, cuando me siento confundido, trato de considerarlo una ventaja. Puede que aún no sea el momento de actuar.
Creo que encarar la confusión puede asemejarse a cocinar. Si el pan no está cocido, no lo saco del horno ni insisto en que es hora de comer. Dejo que termine de cocinarse. Si aún no ha aparecido una solución clara a un problema, puedo confiar en que aparecerá en el momento preciso.

Recordatorio para hoy

Agradeceré a mi Poder Superior todo lo que viva hoy, aunque me sienta atribulado o confundido. Sé que cada experiencia puede representar un regalo. Lo único que tengo que hacer es estar dispuesto a ver mi situación a la luz de la gratitud.

"Existen maravillas en todo, aún en la oscuridad y el silencio, y aprendo a estar satisfecho en cualquier estado en que me encuentre".
Helen Keller

0 comentarios:

Publicar un comentario