miércoles, 17 de junio de 2009

VALOR PARA CAMBIAR: 12 de febrero

Para mí, el desprendimiento emocional es relativamente fácil con conocidos porque no estoy muy comprometido emocionalmente. He notado que cuando practico el desprendimiento emocional, puedo escuchar las críticas y el mal humor de otras personas sin que esto me afecte. Pero si algún miembro de mi familia actúa de la misma manera, a menudo reacciono ante esa mentalidad negativa. Mi propio comportamiento me demuestra que tengo una opción acerca de mi reacción ante las actitudes y estados de ánimo de los demás.
Lo que he aprendido al comparar estas dos situaciones es que el desprendimiento emocional entraña prestar atención a mi propio estado de ánimo, antes de reaccionar ante el de otro. De esa manera puedo simplemente ver y escuchar la negatividad o ira, sin estar negativo o enojado. No tengo necesidad de pasar un mal día simplemente porque alguien que amo esté luchando. El reconocer esto me permite dejar que todos, incluido yo, sientan lo que sea, sin interferencias.

Recordatorio para hoy

Si me detengo un momento antes de prestar atención al estado de ánimo de otra persona, quizás me dé cuenta de que hay sentimientos míos que merecen atención. Hoy buscaré esos momentos para examinarme.

Dejamos nuestra obsesión por el comportamiento de otros y comenzamos a llevar una vida más feliz y gobernable, una vida con dignidad y derechos; una vida guiada por un Poder Superior a nosotros mismos.

Desprendimiento emocional

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