viernes, 29 de mayo de 2009

VALOR PARA CAMBIAR: 4 de febrero

A veces cuando estoy infeliz por mi situación, siento que Dios me está castigando. Entonces he perdido nuevamente la imagen de un Dios amantísimo, y necesito recuperarla.

Me ayuda llamar a mi padrino, ya que él me recuerda que Dios no es un terrorista. Leo literatu­ra Al-Anon y asisto a reuniones adicionales. Más que nada camino a orillas del río y le hablo a Dios sobre el temor que siento. Miro el agua y agradez­co a Dios por las cosas buenas de mi vida: mi recuperación en Al-Anon, el regalo de los Doce Pasos, la creatividad y la alegría que siento al ex­presada, mi cariñosa familia Al-Anon. Después de haber hablado con Dios, descanso y espero hasta sentir el contacto saludable de Dios que me tran­quiliza y enjuga mis lágrimas.

Lo extraño es que, después de haber superado esos malos momentos, no recuerdo el dolor que viví. Lo que recuerdo es el sol brillando sobre el agua, la paz del momento, el amor de mi Poder Superior envolviéndome de manera tan tangible

como el sol. El dolor se ha ido pero perdura una mayor confianza en mi Poder Superior.

Recordatorio para hoy

Cuando me enfrento con situaciones difíciles o dolorosas, recuerdo que hay un Dios bondadoso siempre presente para mí, siempre disponible como una fuente de alivio, guía y paz.

"Nadie está solo si ha llegado a creer en un Poder supe­rior a sí mismo."

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