domingo, 3 de mayo de 2009

VALOR PARA CAMBIAR: 25 de enero

Antes de descubrir a Al-Anon, a menudo utilizaba los problemas de otros como una excusa para evitar mis obligaciones. Las crisis ajenas me atraían y hablaba de ellas cuando podía. Mi propia vida parecía cada vez más trivial y mis problemas se veían tontos.

Me resultaba muy difícil entonces concentrarme en mí mismo cuando llegué a Al-Anon. Cuando llegaba a las reuniones quería hablar del alcohólico pero a nadie parecía interesarle. Todos seguían preguntando sobre mí, cómo me sentía, qué hacía, qué quería.

Descubrí que estaba demasiado interesado en los otros porque tenía una opinión muy baja de mí mismo. Mi Padrino me ayudó a ver que cuando yo actuaba como si la vida de otro fuera más importante que la mía, me estaba perjudicando. Eso tenía que cambiar si quería aprender a valorar mi propia experiencia. Concentrarme en mí mismo significó comenzar a fomentar mi autoestima. Requirió práctica pero, con el apoyo que obtuve en las reuniones, me sentí más a gusto. Aprendí a hablar de mí y a considerar mis sentimientos, logros y preocupaciones como válidos e importantes.

Recordatorio para hoy

Hoy, si me siento tentado a difundir chismes o crear un drama sobre la vida de otro, me preguntaré a mí mismo: "¿Qué está pasando conmigo?"

Hablamos también sobre el papel que desempeñamos en nuestros problemas y sobre cómo cambiamos nuestras actitudes y acciones al aplicar el programa de Al-Anon a nuestras vidas.

Aquí se habla Al-Anon

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