domingo, 3 de mayo de 2009

VALOR PARA CAMBIAR: 29 de enero

Muchos de nosotros aprendemos el valor de expresarnos en Al-Anon. Descubrimos cómo nos sentimos y el beneficio de exteriorizar esos sentimientos cuando resulta apropiado. Pero hay una diferencia entre expresarnos y usar palabras para controlar a otros.

A veces el único modo de determinar si estoy tratando de controlar a alguien o si simplemente estoy expresando mis sentimientos es darme cuenta de cuántas veces digo lo mismo. Si menciono algo que tengo en la mente y luego suelto las riendas independientemente de la respuesta que obtenga, estoy hablando sinceramente. Si hago sugerencias parecidas o preguntas punzantes una y otra vez, probablemente estoy tratando de controlar. Si estoy satisfecho sólo cuando la otra persona responde en una forma que considero conveniente, está de acuerdo con lo que digo o acepta mi consejo, entonces me doy cuenta de que he errado el camino.

Recordatorio para hoy

Estoy aprendiendo a ser honesto conmigo mismo. No usaré mi recuperación como una excusa para justificar mis esfuerzos para cambiar el modo de pensar de otros. Tratar de controlar a otra gente sólo me crea problemas. En cambio, admitiré tales faltas sin demora y pondré mi energía de nuevo donde corresponde, concentrándome en mí mismo.

"Tendríamos mucha paz si no nos ocupáramos de las palabras y las acciones de otros."

Tomas de Kempis

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