viernes, 29 de mayo de 2009

VALOR PARA CAMBIAR: 3 de febrero

Recién llegado a Al-Anon, escuché que los principios del programa podían conducir a la serenidad. Yo habría preferido escuchar que el programa curaría al alcohólico, repararía los daños del pasado, o al menos pagaría la factura del gas. Mi idea de la serenidad era estar sentada en la cima de una montaña esbozando una sonrisa tonta, sin preocuparme demasiado por nada. ¡Yo estaba más interesada en la pasión!
Con el tiempo me di cuenta de que la serenidad no tenía por qué despojarme de mi pasión. En cambio me ofrecía un sentido de seguridad interior que me liberaba para vivir mi vida tan plena y apasionadamente como me agradara, aprovechando una fuente inagotable de energía y sabiduría: un Poder Superior. Yo podía decidir y correr riesgos porque con esta ayuda estaba en mejores condiciones para afrontar cualquier cosa que sucediera.
Nada se puede comparar con la conmoción de explorar a fondo mi potencial como ser humano. Una vez que le hube tomado el gusto a la inmensa riqueza que la vida me ofrecía con la ayuda de Al-Anon y mi Poder Superior, descubrí que la serenidad era un gran tesoro.

Recordatorio para hoy

Hoy buscaré serenidad, sabiendo que cuando estoy sereno, soy capaz de convertirme en un ser más pleno y apasionado.

Sin este programa no habría podido apreciar cuán maravillosa puede ser mi vida a pesar de las situaciones difíciles.

En todas nuestras acciones.

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