martes, 7 de abril de 2009

VALOR PARA CAMBIAR: 8 de enero

Una vez dije enfáticamente a mi familia que sus disputas estaban poniendo nerviosa a una persona querida, sobria de poco tiempo, y que eso podía llevarla a la bebida otra vez. Me dejó atónito que me contestaran, también enfáticamente: "Bueno, déjala." Me di cuenta de que aún trataba yo de facilitar la vida de la alcohólica porque no había aceptado que yo era exactamente tan incapaz ante el alcoholismo en sobriedad como lo había sido durante los años activos.
Fue ahí cuando realmente descubrí que lo hermoso es "Soltar las riendas y entregárselas a Dios." Cuando entendí plenamente que era incapaz en esa situación, pude aceptar que la alcohólica tiene su propio Poder Superior y que juntos podrán solucionar su futuro. Me sentí una nueva persona porque estaba libre de constante necesidad de vigilarla, libre para vivir mi propia vida.
Me resulta difícil expresar todo el interés que siente en la alcohólica. Le deseo salud, felicidad y sobriedad pero no puedo brindarle esas cosas. Ella y su Poder Superior están a cargo de eso. Sólo puedo amarla y cuando me detengo a pensar en ello, veo que es suficiente.

Recordatorio para hoy

Hoy decido depositar mi confianza en ese Poder Superior, sabiendo que todo está bien.
"Si lo hacemos con buena voluntad, Dios nos otorgará las fuerzas."
Grupos de Famila Al-Anon

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