lunes, 13 de abril de 2009

VALOR PARA CAMBIAR: 17 de enero

Cualquiera que hubiese visto mi manera de actuar con los alcohólicos de mi vida probablemente habría pensado que yo estaba loca. Yo era la que buscaba de bar en bar, hacía escenas en lugares públicos y me ponía histérica por pequeñeces. También era la que agonizaba por la conducta del alcohólico, mentía, pedía disculpas, ponía excusas y resentía lo que hacía. ¿Era eso estar en mi sano juicio?
Al-Anon fue el primer lugar donde por primera vez pensé en cuestionar mi propia cordura. Encontré que no podía superar los efectos de esta enfermedad a través de la fuerza de voluntad o la razón. Como se suele decir, pensar de la manera que lo hacía fue lo que me condujo a la situación presente. Pero el Segundo Paso de Al-Anon sugería que un Poder Superior me podría devolver el sano juicio.
Percibí que mi capacidad de razonar era mayor en una reunión de Al-Anon que en cualquier otro lugar, y pedí ayuda a ese Poder que parecía fluir de esas reuniones. De vez en cuando tengo mis momentos de irracionalidad pero ya no culpo a nadie por mi conducta irregular. Ahora sé exactamente a dónde recurrir cuando quiera recuperar mi sano juicio.

Recordatorio para hoy

Hoy me concentraré en mi propia conducta. Si pudiera mejorarse, le pediré ayuda a un Poder Superior a mí.
Si no cambiamos nuestro rumbo, probablemenete lleguemos a donde nos dirigimos.
Antiguo proverbio chino

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