martes, 7 de abril de 2009

VALOR PARA CAMBIAR: 10 de enero

Sospecho que si reclamara todos los minutos, horas y días que sacrifiqué con preocupaciones y temores, agregaría años a mi vida. Cuando su­cumbo a las preocupaciones, abro una caja de Pan­dora de cuadros terroríficos, voces paranoicas e implacable autocrítica. Cuanta más atención pres­to a esta parálisis mental, más pierdo mi contacto con la realidad. Entonces no puedo llevar a cabo nada útil.
Para rcmper el ciclo de preocupación y temor, estoy aprendiendo a concentrar toda mi atención en este preciso momento.. Puedo alejarme de los pensamientos destructivos y en cambio concen­trarme en las escenas y los sonidos que me rodean: luz y sombra, la tierra bajo mis pies, el ritmo de la vida diaria, elementos todos presentes. Estos pe­dacitos de realidad ayudan a rescatarme del" ¿si yo hubiera...?" y del "he debido hacer...", anclán­dome en el presente. La oración y la meditación, los lemas, las llamadas telefónicas a mis amigos de Al-Anon, son otras fuentes de serenidad que me vuelven al presente. Al acallar el ruido, soy más receptivo a la voluntad de mi Poder Superior, y de ese modo más capaz de abrirme camino en tiem­pos difíciles.

Recordatorio para hoy

Este día es todo lo que tengo a mi disposición y es todo lo que necesito. Si me siento tentado a preocuparme por asuntos del mañana, con suavi­dad traeré de vuelta mi mente al día de hoy.
"El pasado voló. El mes y el año próximo no existen. Sólo es nuestro el minúsculo punto presente."
Mahmud Shabistari

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