martes, 7 de abril de 2009

VALOR PARA CAMBIAR: 9 de enero

¡Cuán a menudo busco la aprobación de otros! El proyecto en el trabajo puede tener éxito, pero el sentirme bien depende de que se me reconozca ese éxito.
La comida que preparo en casa no es tan sabrosa cuando nadie elogia a la cocinera. Me re­siento por los favores que hago a mis hijos y que ellos olvidan agradecerme.
Todos necesitamos a veces una palmadita en la espalda. Pero cuando el aplauso de otros se trans­forma en la razón de mi conducta y una necesidad para sentirme satisfecha, entonces les he otorgado poder sobre mí.
La gente puede olvidarse de observar las cosas sobresalientes que he hecho, o no sentirse cómoda alabándome. No tengo que ofenderme. La auto­compasión y el resentimiento no son mis únicas opciones. Si puedo aprender a evaluar mis propias acciones y mi conducta y a valorar mi propio jui­cio, entonces la aprobación de otros será agradable pero no esencial para mi serenidad.

Recordatorio para hoy

Sólo por hoy me apreciaré, no buscaré la apro­bación de otros, me la daré yo misma. Me permiti­ reconocer que estoy haciendo las cosas lo mejor posible. Lo mejor que haga hoy será suficiente­mente bueno.

"Tu visión se aclarará sólo cuando puedas ver dentro de tu propio corazón."
Carl Jung

0 comentarios:

Publicar un comentario