viernes, 27 de marzo de 2009

VALOR PARA CAMBIAR: 6 de enero

Entre una reunión y otra necesito mantenerme en estrecho contacto telefónico con otros miembros de Al-Anon. Como muchos afectados por el alcoholismo, cuando llegué al programa estaba sumamente preocupado. Cuando pacientemente me escuchan del otro lado de la línea, eso me sigue ayudando a quitarme peso de encima.
Compartir la recuperación de Al-Anon por teléfono me permite solicitar apoyo de otros. La persona con quien hablo no es mi consejero, ni mi confesor ni quien me resuelve los problemas, así como tampoco está obligado a sentarse y escuchar todas mis historias lacrimógenas. En cambio, esta persona puede ayudarme a razonar las cosas. A veces puede recordarme una idea o un instrumento de Al-Anon que me permita ver la situación en su justa perspectiva. No me brinda consejos sobre lo que debo o no debo hacer. Eso lo tengo que decidir yo. Cuando termina la conversación, generalmente he logrado un cierto alivio al problema que parecía tan enorme mientras estaba atrapado dentro de mi cabeza.

Recordatorio para hoy

Es mi responsabilidad resolver mis problemas con la ayuda de Dios según mi propio entendimiento de Él. Ya que Dios a menudo habla a través de otras personas, cuando hago una llamada a Al-Anon me apresto a recibir ayuda.

"No podemos escalar con una soga atada sólo a nuestro cinturón."
William Ernest Hocking

0 comentarios:

Publicar un comentario