viernes, 20 de marzo de 2009

EL TRIÁNGULO DEL DRAMA



El análisis transaccional, nos ofrece una forma de entender la dinámica disfuncional, de la familia que sufre de la adicción de uno de sus miembros. El sistema disfuncional se postula como la manifestación de un juego transaccional con tres posiciones básicas que interactúan entre sí, para mantener la disfunción o el juego. A continuación una esquematización de la dinámica básica del triángulo del drama:


1.- La Victima: Este jugador se percibe a sí mismo como víctima de las circunstancias, y de las personas a su alrededor. Culpabilizan a los demás de sus problemas y son incapaces de admitir responsabilidad sobre sus actos. Para comunicarse utilizan mucho la manipulación por el sentimiento de culpa. Usualmente es el rol preferido de los adictos activos, pero podría ser practicado por un codependiente también.


2.- El Perseguidor: Está convencido de que hay una necesidad imperiosa de controlar al adicto y someterlo. De esta manera establece sus acciones como enmarcadas en la tarea de disciplinar, o de controlar la conducta que perciben como inadecuada o intolerable. Las razones de fondo pueden estar justificadas, pero al utilizar la fuerza de manera irrazonable e imponer sus criterios, no sólo esta deteriorando mas las ya dañadas relaciones familiares, sino que terminan justificando aún más la visión de víctima del adicto. La agresión es el método de comunicación que el perseguidor utiliza y muchas veces es contra el adicto y contra el codependiente identificado como rescatador, a quien culpa de la conducta del adicto.


3.- Rescatador: El rescatador se impone la tarea de proteger al adicto de las consecuencias de su uso, y asume responsabilidades por el adicto, interponiéndose además entre cualquier persona que pudiera ser hostil con el adicto. Al "robarle" constantemente las crisis al adicto, le quita la capacidad de aprender de las consecuencias de sus actos. El rescatador encuentra justificación en el hecho de que el adicto se rodea de problemas, con el avance de su enfermedad. Además el rescatador alimenta en su interior, un profundo temor de el adicto colapse, sino se le ayuda...


Estos roles son parte de la dinámica básica de la disfunción familiar que ocurre en la adicción. Los roles no son fijos, sino intercambiables y el adicto, así como cualquier familiar pueden rotar de roles, pero siempre habrá alguien ocupando las posiciones para poder cerrar el triángulo.

También es importante que los participantes hagan conciencia de su parte en este juego y lo suspendan, pues es una pérdida de energía, y se produce una tensión acumulada que termina explotando. Además el resultado final de esta dinámica es el de perpetuar el comportamiento adictivo.

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