jueves, 19 de marzo de 2009
El cuidado de uno mismo es una actitud hacia nosotros y hacia nuestras vidas que dice: soy responsable de mi persona. Tengo la responsabilidad no sólo de vivir, sino de conducirla.
Soy responsable de atender mi bienestar espiritual, emocional, físico y económico.
Soy responsable de identificar mis necesidades y satisfacerlas.
Soy responsable de solucionar mis problemas o de aprender a vivir con aquello que no puedo resolver.
Soy responsable de las elecciones que hago.
Soy responsable de lo que doy y de lo que recibo.
También soy responsable de fijar mis metas y de cumplirlas.
Soy responsable de cómo disfruto de la vida, de la cantidad de placer que hallo en las actividades cotidianas.
Soy responsable de amar a alguien y de la manera en que expreso ese amor.
Soy responsable de lo que hago a los demás y de lo que permito que los otros me hagan.
Soy responsable de mis necesidades y de mis deseos.
Toda mi persona, todo aspecto de mi ser, es importante.
Yo cuento. Yo importo.
Se puede confiar en mis sentimientos. Mi manera de pensar es apropiada.
Valoro mis necesidades y mis deseos.
No merezco ni toleraré el abuso ni el maltrato constante.
Tengo derechos y es responsabilidad mía reclamar esos derechos.
Las decisiones que tomo y la manera como me conduzco reflejarán mi elevada autoestima.
Mis decisiones tendrán en cuenta las responsabilidades que tengo para conmigo mismo.
Mis decisiones también tendrán en cuenta las responsabilidades para con otras personas: mi cónyuge, mis hijos, mis familiares, mis amigos.
Examinaré y decidiré exactamente cuáles son estas responsabilidades a la hora de tomar mis decisiones.
También tendré en cuenta los derechos de los que me rodean, el derecho de vivir sus vidas como ellos quieran.
No tengo porqué imponerme sobre el derecho de los demás a cuidar de ellos mismos…
…y ellos tampoco tienen derecho a pasar por encima de mis derechos.
El cuidado de uno mismo es una actitud de respeto mutuo. Significa aprender a vivir nuestras vidas responsablemente. Significa permitir a los demás que vivan su vida como ellos decidan, siempre que no interfieran con nuestras propias decisiones sobre cómo nosotros hayamos decidido vivir.
Cuidar de nosotros mismos no es una actividad tan egoísta como muchos piensan que es…
…pero tampoco es una actividad tan altruista como muchos codependientes creen.
Soy responsable de atender mi bienestar espiritual, emocional, físico y económico.
Soy responsable de identificar mis necesidades y satisfacerlas.
Soy responsable de solucionar mis problemas o de aprender a vivir con aquello que no puedo resolver.
Soy responsable de las elecciones que hago.
Soy responsable de lo que doy y de lo que recibo.
También soy responsable de fijar mis metas y de cumplirlas.
Soy responsable de cómo disfruto de la vida, de la cantidad de placer que hallo en las actividades cotidianas.
Soy responsable de amar a alguien y de la manera en que expreso ese amor.
Soy responsable de lo que hago a los demás y de lo que permito que los otros me hagan.
Soy responsable de mis necesidades y de mis deseos.
Toda mi persona, todo aspecto de mi ser, es importante.
Yo cuento. Yo importo.
Se puede confiar en mis sentimientos. Mi manera de pensar es apropiada.
Valoro mis necesidades y mis deseos.
No merezco ni toleraré el abuso ni el maltrato constante.
Tengo derechos y es responsabilidad mía reclamar esos derechos.
Las decisiones que tomo y la manera como me conduzco reflejarán mi elevada autoestima.
Mis decisiones tendrán en cuenta las responsabilidades que tengo para conmigo mismo.
Mis decisiones también tendrán en cuenta las responsabilidades para con otras personas: mi cónyuge, mis hijos, mis familiares, mis amigos.
Examinaré y decidiré exactamente cuáles son estas responsabilidades a la hora de tomar mis decisiones.
También tendré en cuenta los derechos de los que me rodean, el derecho de vivir sus vidas como ellos quieran.
No tengo porqué imponerme sobre el derecho de los demás a cuidar de ellos mismos…
…y ellos tampoco tienen derecho a pasar por encima de mis derechos.
El cuidado de uno mismo es una actitud de respeto mutuo. Significa aprender a vivir nuestras vidas responsablemente. Significa permitir a los demás que vivan su vida como ellos decidan, siempre que no interfieran con nuestras propias decisiones sobre cómo nosotros hayamos decidido vivir.
Cuidar de nosotros mismos no es una actividad tan egoísta como muchos piensan que es…
…pero tampoco es una actividad tan altruista como muchos codependientes creen.
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