miércoles, 17 de febrero de 2010

Cuando escuché que AI-Anon era un programa en el cual aprendemos a concentrarnos en nosotros mismos, me pregunté: ¿Qué pensarían de mí otras personas si actuara sobre la base de ese principio? Seguramente me considerarían desconsiderada, irreflexiva e indiferente. Y esas eran las quejas que tenía contra los alcohólicos de mi vida. No quería comportarme de la misma manera. En cambio traté de hacer cosas por otros, cosas que parecieran cariñosas y generosas aun cuando no tuviera ganas de hacerlas. No podía entender el por qué del resentimiento que sentía a menudo después de realizar tales acciones.
Mis esfuerzos por salir de mí misma tratando de agradar a todos no funcionaban. Me concentraba en su respuesta en lugar de en lo que parecía mejor para mí. No había nada incondicional en esta acción de dar. Mi madrina me ayudó a ver que si prestaba más atención a mí misma y hacer lo que creía era mejor para mí, sería libre de dar sin condiciones. Sólo entonces podría considerarme realmente generosa.
Recordatorio para hoy
El programa de AI-Anon funciona cuando me concentro en mí misma, asisto a muchas reuniones de AI-Anon y doy prioridad absoluta a mi recuperación. Al ser cada vez más yo misma, puedo tratar a otros con amor y respeto.
"Podemos mejor ayudar a otros cuando nosotros mismos hemos aprendido la manera de conseguir la serenidad."
Los Doce Pasos y Tradiciones
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