martes, 23 de junio de 2009

AI-Anon me ha ayudado a darme cuenta de que nadie sabe lo que hay en mi corazón, en mi mente o en mi alma. No puedo pretender que se satisfagan mis necesidades a menos que explique cuáles son esas necesidades. Tampoco puedo esperar que ninguna persona atienda a mis necesidades, aun cuando éstas sean evidentes. Si la primera persona a la que le pido ayuda es incapaz de proporcionármela, puedo preguntarle a otra persona. Así evitamos presionamos mutuamente.
Antes de empezar mi recuperación en Al-Anon, esperaba que todas las personas a mi alrededor supieran lo que yo sentía, sin que se los dijera. Cuando estaba enojada y quería discutir, alimentaba mi ira en silencio. Cuando me herían y quería consuelo, me enfurruñaba. Cuando quería atención, hablaba hasta no poder. ¡No podía entender por qué raramente obtenía las respuestas que esperaba!
Ya no espero que nadie lea mi mente. También acepto que no puedo leer la mente de un ser querido. Hoy trato a las personas en mi vida con más respeto porque estoy aprendiendo a pedir lo que
necesito y a alentar a otros a que hagan lo mismo.
Recordatorio para hoy
Tengo a mi disposición ayuda, consuelo y apoyo. Estoy dispuesto a pedir lo que necesito hoy.
"No puedo esperar que nadie me ayude a menos que esté dispuesto a decir que necesito ayuda."
In All our Affairs
0 comentarios:
Publicar un comentario