viernes, 29 de mayo de 2009

Cuando la vida se torna caótica, es fácil perder de vista lo que requiere una atención inmediata y lo que no. Los pequeños obstáculos pueden parecer crisis y los grandes problemas pasar desapercibidos. La furia de un alcohólico por un corte sin importancia puede darle prioridad sobre una emergencia médica porque la furia es estentórea y exigente -y porque nos hemos acostumbrado a reaccionar a cualquier exigencia del alcohólico. Por eso, no sólo pasamos por alto situaciones críticas, sino que a menudo descuidamos algunas necesidades propias silenciosas pero importantes que podrían hacemos disfrutar más la vida. Descuidamos la salud, encontramos poco tiempo para darle afecto a los niños y abandonamos cualquier impulso de divertimos.
"Primero, las cosas más importantes" nos alienta a hacer una pausa para fijar prioridades. Antes de reaccionar, podemos preguntamos qué es lo más importante en este momento. Al planificar una mañana, podemos considerar cuál de nuestras necesidades más silenciosas podría merecer atención. En medio dé una discusión acalorada, podemos atenemos al tema que nos concierne y dejar de lado otras cuestiones que no son tan urgentes. Cuando el día parece demasiado corto, podemos aceptar las limitaciones y decidir lo que debe hacerse de inmediato y lo que puede postergarse. No somos superhombre s; no podemos hacerlo todo. "Primero, las cosas más importantes" nos ayuda a tomar decisiones prácticas y a aceptar dichas decisiones.
0 comentarios:
Publicar un comentario