jueves, 19 de marzo de 2009
- Lograr que otros hagan lo que tú quieres que hagan.
- Hacer que se comporten como tú piensas que deben hacerlo.
- No dejarlos actuar de una forma que tú consideras incorrecta pero, que sin tu “ayuda” quizás lo harían.
- Forzar los sucesos de la vida para que se desarrollen de la manera y a la hora que tú has designado.
- No dejar que ocurra lo que ocurre, o lo que podría ocurrir.
- Nosotros hemos escrito la obra y nos encargaremos que los actores se comporten y de que las escenas se desarrollen exactamente como hemos decidido que debe ser.
- Si empujamos con suficiente insistencia, podremos (así lo creemos) detener el flujo de la vida, transformar a los demás y cambiar las cosas a nuestro antojo.
Razones por las que controlamos
- Controlamos en nombre del amor.
- Lo hacemos porque “sólo estamos tratando de ayudar”.
- Porque nosotros sí sabemos cómo se deben hacer las cosas y cómo debe comportarse la gente.
- Porque nosotros tenemos razón y ellos no.
- Porque nos da miedo no hacerlo.
- Porque no sabemos hacer otra cosa.
- Para detener el dolor.
- Porque pensamos que tenemos que hacerlo.
- Porque no pensamos.
- Porque es lo único en lo que podemos pensar.
- Porque esa es la manera en que siempre hemos hecho las cosas.
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